Un plan urbanístico del famoso arquitecto peruano Santiago Agurto que no se llegó a construir tal cual fue diseñado, fue la unidad vecinal del Rímac. La obra no se concluyó y quedó a la mitad del proyecto y equipamiento en el año 1954, dos años después de su inicio, en el gobierno del general José Manuel Odría Amoretti.
Años después, entre 1963 y 1968, durante el gobierno de Fernando Belaunde Terry, el arquitecto Enrique Ciriani, interviene en este proyecto, desarrollando nuevos edificios y con una infraestructura nueva para aquella época que iba a complementar el plan urbano original propuesto por Agurto.
Independientes y autónomas, así son definidas las unidades vecinales más conocidas como residenciales, con toda clase de comodidades y edificios rodeados de áreas verdes. Tanto Agurto como Ciriani son los especialistas en planos de este tipo de construcciones que permite otorgarles a las personas una mejor calidad de vida.
El presidente Belaunde, fue uno de los que más apoyaba este tipo de mega proyectos pues la masiva migración rural obligó a las autoridades a actuar de inmediato debido al aumento de la población demográfica, es así como esta unidad vecinal, llegó a albergar a un total de 1038 personas.
Fuente: Internet.
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