Teniendo en cuenta que se acercan las elecciones municipales, de los miles de problemas
que tiene Lima uno de estos (y es el que tocaré ahora) es la preservación del centro
histórico.
Perú tiene una gran historia tanto incaica como virreinal y colonial. El centro histórico, que
fue declarada por la Unesco “Patrimonio de la Humanidad”, hoy por hoy necesita urgente
un plan para que no desaparezca o dañe. Esto se debe a que últimamente hubo una serie
de eventos desafortunados como incendios y diferentes situaciones que han puesto en
descubierto el poco o nulo interés de los gobernantes en general en mantener viva la
historia de esta.
En el gobierno de Ricardo Belmont, Lima en general se vio envuelta en una masificación
delincuencial y total abandono del ornato público. El centro histórico de Lima estaba
atiborrado de basura y un tráfico devastador por una falta de planificación en este sector.
Su sucesor, Alberto Andrade, al inicio de su mandato como alcalde comenzó una gran
reorganización de todo Lima metropolitana. Finalmente, los resultados se vieron y como
consecuencia, el centro histórico se embelleció regresándole su título como un atractivo
turístico en Perú.
Esa misma tarea siguió haciéndolo sus sucesores, hasta crearon el mítico “Parque de las
Aguas” en el Parque de la Reserva. Si bien hubo un gran apogeo porque querer conservar
el centro, actualmente esto no se ve reflejado.
Las elecciones están “a la vuelta de la esquina”, y quizás nadie de los postulantes a la
alcaldía de Lima tiene en mente la preservación de esto. Sin embargo, la campaña
mediática de “caerle bien al elector” en estos últimos meses están en total apogeo, pero
sin embargo poco o nada se sabe de los planes que tiene con la capital del Perú.
Hace poco hubo un incendio en una casona del centro histórico donde vivía una familia en
el segundo piso. Se ha demostrado que muchas de estas no deben ser habitadas por el
riesgo de derrumbe, sin embargo, aquí hay un problema social, que es la re-organización
de estas personas en hogares estables y no en otros que ante cualquier movimiento
sísmico pueden derrumbarse.
El siguiente alcalde Lima debe tener un plan de contingencia para cualquier desastre (si es
que ocurriese) en este sitio, y a la vez también un plan de preservación de esta parte
fundamental de la historia del Perú, no solo como atractivo turístico, si no también, como
material cultural viviente para las futuras generaciones que serán los responsables de
llevar las riendas del Perú en un futuro no tan lejano.
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