Desde el 2013 cuando ganamos ser sede de los Juegos Panamericanos con 31 votos de 57 posibles, sobre La Punta (Argentina), Santiago de Chile (Chile) y Ciudad Bolívar (Venezuela), siempre estuvo en duda si tenemos la capacidad necesaria para poder abarcar un evento de tal magnitud en nuestro país.
Estas preocupaciones no fueron en vano, ya que, 5 años después, a meses del inicio de esta competición los trabajos de construcción y remodelación de las sedes en donde se desarrollará los Panamericanos no están yendo de acuerdo a lo planeado y se ha tenido que intensificar el trabajo en las obras para cumplir con la fecha pactada.
Inclusive, en el 2017, a raíz de las consecuencias que dejó el Fenómeno del Niño en el norte del país, el APRA propuso suspender los Panamericanos para utilizar los US$1.200 millones que se fueron destinados en atender la emergencia. Este, y otros enfrentamientos políticos hicieron que esto sea relegado de la agenda nacional hasta que se volvió a tocar el tema en las elecciones municipales.
Además, en agosto de este año La Contraloría General alertó el riesgo de un inadecuado control en el uso de los recursos del Estado destinados a la preparación y desarrollo de los Juegos Panamericanos del 2019 debido a que el Proyecto Especial, a cargo de dicha actividad, no ha recibido las rendiciones de cuentas por más de S/ 5 millones.
Según Carlos Neuhaus, presidente del Comité organizador, ya existe el 62% de la infraestructura deportiva para los Juegos, que se iniciarán 26 de julio de 2019, y solo faltan acondicionamientos, que se ejecutarán en los meses restantes. La Villa Panamericana, que se construye en un suburbio del sur de Lima y donde se hospedarán casi todos los competidores, ya tiene un avance de 70%.
Es preocupante que a puertas de un evento tan grande estemos corriendo contra el tiempo para poder concluir las obras, hace más de cinco años que se conoce que seremos sede y, como parece ser costumbre para nosotros, lo dejamos a último momento. Esperamos que la calidad de las obras sea la más óptima ya que luego de los Panamericanos, quienes usaran las infraestructuras creadas serán nuestros deportistas y representantes en estos eventos deportivos.
Con la confirmación de ser sede del Mundial sub-17 de futbol y la final de la Copa Sudamericana el próximo año, esperemos que la FPF ya esté avanzando las obras para tener un gran torneo que genera muchos ingresos al país y a las zonas donde se realizará este evento.
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